viernes, 26 de noviembre de 2010

Policia inglesa mantiene a cientos de niños en un "hervidero"

Nos hemos vuelto bastante políticos últimamente y muy poco tecnológicos y demás, pero es que hay ciertas cosas que ameritan decirse y que son más importantes que el nuevo android. En fin, en inglés la palabra "kettle" significa hervidor o hervidero, lo cual también le da un significado ulterior el cual es el siguiente: tomen una protesta como la del miércoles en donde cientos de estudiantes de colegio, menores de edad lógicamente, salieron de sus aulas y se dirigieron a Westminster, en el centro de Londres, a protestar por los cortes en el presupuesto de educación. Luego pongan un montón de policías antimotines, con armaduras, perros, caballos, y furgonetas, los cuales encerrarán a los protestantes en un espacio abierto sin baños, comida o abrigo durante horas. Si alguien quiere salir se le grita y golpea. Simple.

Foto: Getty images.

Claro, la gracia consiste en que mientras más tiempo pasa, las cosas se ponen cada vez más violentas al interior del "hervidero" hasta que les dan los motivos sufieicentes a la policía para entrar y repartir castigo físico a diestra y siniestra.

Laury Pennie, de New Statesman, nos cuenta desde el interior del "hervidero" cómo fue todo. Cuando los chicos de entre 13 y 17 años empezaban a gritar para salir y pidiendo el derecho a protestar, las policía simplemente empeza a avanzar dejando a los de adelante en el piso con las rodillas golpeadas, arrastrados por el piso, golpeados y llorando. Y tienen que darse cuenta que allá en Inglaterra están ya entrando al crudo invierno, y a medida que pasan las horas y finalmente los chicos empiezan a quemar sus cuadernos y papeles para generarse calor. Algunos empiezan a hiperventilarse, a llorar o incluso se desmayan. La tempertura está bajo cero y nadie puede salir. Entre ellos empieza a surgir una necesidad de reconfortarse unos a otros, a abrazarse y darse confianza para continuar, pero la verdad es que todo deseo de protesta está totalmente anulado. Ese es el punto de un "hervidero", reducir a los protestantes a sus necesidades básicas de abrigo, de seguridad, haciéndolos sentir pequeños y asustados.

Obviamente al gobierno inglés le importa poco lo que digan esos chicos ya que ni votar pueden, y si los maestros y padres de familia intentan protestar saben que les pasará lo mismo. Laury Pennie termina diciendo que "ya sabemos que estamos en problemas. Lo que nos toca decidir es en que grado de problema queremos estar. ayer, los niños de Inglaterra tomaron su decisión, y debemos estar maldita sea orgullosos de ellos hoy".

Vía: New Statesman

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