Por algún lado leí que es como que absurdo que haya tanta algarabía por el aniversario de una catástrofe. Imagínense que todos los 24 de agosto se nos diera por hacer una fiesta (temática) por el aniversario de la destrucción de Pompeya cuando al Vesubio se le dio por vomitar lava. Claro que estas cosas como el aniversario del hundimiento del Titanic las podemos hacer recién 100 años después luego de asegurarnos que ya no queda ningún sobreviviente al naufragio con vida, ya que de lo contrario tendría un componente de incluso mayor mal gusto del que ya tiene.
Como sea que, el Titanic se hundió hace 100 años como muestra una vez más que cuando nosotros los humanos nos la queremos dar de soberbios y retamos al destino, juácate, ahí mismo viene un aguafiestas y nos echa a perder la diversión. Pero como además no aprendemos de nuestros errores, se nos da por hacer fiestas, memorabilia, reestrenos en 3D y demás sonseras. Pero de entre toda esa parafernalia, nos vinimos a encontrar con el maravilloso TEA-Tanic, que es básicamente un soporte de acero inoxidable para las bolsitas de té que además se asemeja al Titanic en pleno instante de iniciar su relación con el fondo del océano. Si no me creen, acá están la fotito:
El simpático aparatejo se puede comprar acá, así que si les gusta el té, quieren hacerse los interesantes frente a sus amistades y además tiene 13 euros que les sobren, pues ya saben en qué gastar.
Vía: Laughing Squid
