Un tipo algo más que tonto (no, nosotros no creemos en eso de respetar a los muertos cuando son algo más que tontos) llamado Michael Lee Bedford compró por internet cafeína en polvo a cinco dólares. Lógicamente Michael no leyó las indicaciones y le hechó dos cucharadas del producto a una bebida energética (para colmo). Un rato después empezó a temblar y vomitar y luego se murió. El forense dijo que tenía más de 70 veces cafeína en su organismo que lo que se permite. Y es que las indicaciones decían que no podía tomar más de 1/16 de cucharita.
Claro, ya debe de haber más de uno que está alzando los brazos y clamando en contra de internet, diciendo que "antes" esas cosas no podían pasar y que es una vergüenza que premitan vender ese tipo de productos por internet sin ningún tipo de control. Pero Michael tenía 23 años cuando se murió y lógicamente fue su culpa, porque también puedo comprar un cuchillo y clavármelo en el corazón y no por eso vamos a culpar a internet (y eso que el cuchillo seguramente no viene con la indicación de que no me lo clave en el corazón). En fín, si vamos a ser tan tarados de ingerir productos sin tomarnos la molestia de leer antes las indicaciones o cometer el común error de confundir café con cafeína, creo que la culpa es únicamente nuestra.
Fuente: Contexto
No hay comentarios:
Publicar un comentario